lunes, 31 de julio de 2023

Donde FitzGerald, Lorentz y Einstein perdieron la zapatilla.

Todos hemos oído hablar de la dilatación del tiempo, de la paradoja de los gemelos, de los diagramas de Minkowski y Albert Einstein donde todas las velocidades se transforman salvo la de la luz y el tiempo cambia de un sistema a otro,...

Pero creo que ya va siendo hora de que nos preguntemos: ¿es correcto?,  porque de no serlo, la verdad, entonces si que habríamos estado perdiendo el tiempo, no?

Para llegar al fondo de la cuestión les propongo remontarnos al origen de la idea, un corto recorrido que no les va a ocupar apenas más tiempo despues de un siglo, así que empecemos por el principio.

Fue hacia los años 1888 y 1892 cuando FitzGerald y Lorentz, tras conocer los resultados del interferometro de Michelson y Morley (1887) formuló Lorentz la idea de la Contracción a partir de la observación de unos relojes de luz en desplazamiento, un experimento imaginario donde la luz, al viajar siempre a la misma velocidad y mediante el uso del Teorema de Pitágoras, calculó cual seria la desviación temporal respecto a otro reloj con diferente desplazamiento. 



Partiendo de la Relatividad de Galileo, concluyó que entre ambos relojes, se produciría un desfase temporal debido a que el recorrido del rayo de luz en movimiento era mayor que la del reloj en situación de reposo. Tal paradoja luminosa cayó en manos de Albert Einstein, quien iluminando nuestras mentes, dio pie a la Teoría de la Relatividad Especial, de la cual ha nacido todo un universo de literatura y películas de ciencia ficción que han llegado hasta nuestros días, y es que hablar de los viajes temporales e ir más allá,  ha hecho que para muchos, esta cultura literaria ya establecida por la perseverancia en el tiempo alcance más un estatus de Fe que no de Ciencia, como si de una religión incuestionable se tratase.

Pero si repasamos el análisis que condujo a Lorentz para establecer su Transformación, podemos ver claramente como para calcular la desviación temporal producida entre ambos relojes, este realiza una suma vectorial entre el vector luz y el vector de desplazamiento, cuando ambos vectores, en realizad no se pueden sumar pues son totalmente independientes.

Para comprender donde radica el error, muchos de ustedes deberían conocer la diferencia entre suma y superposición, y tengo claro que aunque ambos conceptos acostumbramos a pensar que son lo mismo, con una imagen podrán apreciar como, claramente y en cuestión de ondas, cuando hablamos de la velocidad de propagación de la luz siempre se hablamos de superposición al existir un límite a la misma.  Es lógico que a finales del siglo XIX, donde hasta la fecha había imperado la Relatividad postulada por Galileo, se entremezclaran confusamente los conceptos en busca de nuevas teorías.

Así, el error principal de FitzGerald y Lorentz fue tratar la física de ondas y la propagación de la energía como si de algo material se tratase, sumar sus vectores al puro estilo Galilei y establecer una hipotética desviación temporal en función a dicha suma.

Pero si realmente fuese así, alguna vez se han planteado como seria el mundo actual... Lo primero que se me ocurre es que las ondas de radio, móviles, TV,...  se limitarían a una, el mundo seria mucho más aburrido, y el universo seria solo ruido.

Un experimento que nos permite apreciar como las ondas se superponen sin tener conocimiento sobre la materia es la síntesis aditiva de luz. En la imagen adjunta podemos ver claramente como la parte de rayo que rebota sobre una misma superficie, son capaces de sumar sus frecuencias y vemos como cambia su color, mientra que el resto del rayo de luz continua independientemente con su trayectoria y velocidad inicial.

La razón del porqué la luz siempre viaja a la misma velocidad independientemente del observador es porque su energía en el vacío siempre se superpone, y de hecho, Albert Einstein, en su segundo postulado de la Teoría de la Relatividad Especial ya lo define como tal, y además, a consecuencia de todo ello tenemos la respuesta al porqué las ondas siempre son en formas de onda circunferenciales; pero repasando algunos análisis de las repeticiones de los experimentos llevados a cabo por innumerables periodistas científicos, podemos apreciar como estos continúan aplicando el vector desplazamiento de la fuente de manera asociada a la onda después de haber sido generada, y es que al parece, resulta más atractivo doblegar el tiempo y el espacio que sucumbir a el, y lo entiendo, sobre todo ahora que estoy a punto de alcanzar los 55 años, y es que por mucho que nos pese, más allá del arte, no existe ninguna dilatación temporal ni nada por el estilo que nos permita visitar el mañana antes de que suceda.

Y sabiendo que toda la teoría cojea me pregunto... ¿Hasta cuando ha de durar la broma?, porque para mí, debería tratarse de una de esas bromas de mal gusto que nos gasta la vida ver que llevamos más de un siglo soñando con los viajes temporales y un sinfín de literatura fantástica creada a partir de conclusiones, a mi juicio, claramente erróneas, las cuales se sustentan solo con la certeza de haber sido postuladas y reafirmadas por celebres científicos de todos los tiempos, de los cuales puedo decir por quien empieza la lista, pero a día de hoy, me es imposible saber en donde acaba.