jueves, 28 de abril de 2016

AGUJEROS NEGROS


Siempre he tenido la idea de que los agujeros negros no tienen nada que ver con la mayoría de la literatura fantástica que surge en cualquier conversación. Cuando escucho las palabras "Agujero Negro" pienso que se trata de una terminología más propia de la ciencia ficción que de la física.
Pero...  ¿Que son en realidad los fenómenos que denominamos agujeros negros?
Detrás de esta terminología predominan dos fenómenos físicos aparentemente posibles que, compartiendo el mismo nombre, son claramente diferentes.

El más popular hace referencia a los Objetos Súper Masivos ampliamente teorizados y estudiados y su inmenso campo gravitacional que se alojan en el centro de las galaxias, aunque pienso que dichos objetos nunca pueden alcanzar a ser verdaderos agujeros negros si tenemos presente que ni son un agujero, ni tienen a mi parecer una ilimitada capacidad para la concentración de masa.

Por el contrario, yo me identifico más con la idea de un agujero negro no es más que el centro de masa de una estructura formada por materia, que tiende a ser anular y plana por la influencia de la fuerza de la gravedad. De hecho, pienso que existen muchas observaciones que apuntan en esta dirección, como por ejemplo el desplazamiento orbital de las estrellas describiendo una curva de rotación en bloque, la superposición de campos, la distorsión e interacción de campos,... 

Para poder comprender este punto de vista hemos de tener presente que el centro de la galaxia, por definición y desde el punto de vista de la teoría de campos, es el punto donde confluyen todos los campos en movimiento originados por la materia que orbitaria la galaxia, un espacio donde la intensidad de campo crece por superposición a medida que nos acercamos al centro de convergencia, manteniendo la proporción del cuadrado de la distancia al tratarse de una estructura anular. El resultado es un campo uniforme vacío de masa que decrece desde su centro conforme a la inversa del cuadrado de la distancia, como si de un objeto supermasivo se tratase. En él, las distorsiones de campo se comportan originando fuerzas de atracción G en sentido al incremento de intensidad, tal y como ocurre en los campos entre masas. 
Teniendo presente que la estructura de la galaxia tiende a ser anular y plana por la influencia de la fuerza G, podemos saber cual es la intensidad de campo en su centro de masa a partir del del cociente entre (la constante universal G por la masa de la galaxia (anillo) )situada en un mismo plano y (el grado de disgregación de la materia en la galaxia multiplicado por 360). Si tuviésemos un anillo completo con toda la materia alineada de manera uniforme, podríamos observar con claridad que la intensidad de campo en el centro de masa del anillo es igual a la intensidad de campo en cualquier punto de la superficie de la materia, es decir, infinita.

Otras teorías también populares nos hablan de puertas a otros universos, de túneles de gusano que unen puntos distantes de las galaxias, de puertas temporales,... pero creo son pura ciencia ficción y es ahí donde se deben quedar.

Para acabar, pienso que la mejor definición según mi criterio para un agujero negro es que se trata del centro de masa vacío de una estructura que tiende a ser anular donde el movimiento de toda su masa describe una órbita circular entorno a él como resultado de la interacción de todos sus campos G.



martes, 26 de abril de 2016

DISTORSIÓN Y CAMPO

Una de las dificultades más grandes que se encuentra la ciencia en el estudio de los fenómenos físicos, es la imposibilidad de observar lo que nos es relativamente estático.
Si nos paramos a pensar en que consiste la percepción y la observación, veremos que en esencia, se basa en el contraste de dos o más posicionamientos, pero ¿que pasa cuando nos hallamos en una posición relativa que hace que el objeto de estudio sumido en un movimiento exactamente igual al nuestro, aparente un relativo reposo absoluto?
Es esta controversia y nuestro aprendizaje natural basado en la experimentación tangible, la que nos conduce a separar el campo de las partículas como si de dos cosas diferentes se tratase.

En la siguiente imagen se puede observar en su lado izquierdo como la distorsión de campo en interacción, se deforma a modo de estela al interaccionar con los micro campos colindantes que se comportan como medio, haciendo que la distorsión experimente un efecto Doppler-Fizeau, deformándose por el desplazamiento. En cambio, a la derecha de la imagen se muestra el campo, como permanece ajeno a todas las interacciones, desplazándose conjuntamente con partícula en forma unánime. En este caso, no se produce estela alguna, pues campo y partícula son partes de la misma cosa.


El hecho de que consideremos el campo como ajeno a la partícula es a mi parecer, el causante de un error que ha suscitado el planteamiento de muchas de las teorías del siglo XX. Para mi, creo que la prueba irrefutable de que dichas teorías no pueden ser las más apropiadas para avanzar en nuestro conocimiento sobre el espacio y el tiempo es el fenómeno de la Inducción aportado por Michael Faraday en 1831, una demostración práctica de que partícula y campo son inseparables y forman parte de la misma cosa.
Creo que los indicios que me suscita dicho experimento, justificaria la inversión de realizarlo en el espacio y a gran escala, con el fin disipar las dudas que sin duda, creo que aun persisten.